Dojo es el cúmulo de 15 años de experiencia en robótica educativa. Todo lo que aprendí a hacer bien (y todo lo que aprendí que no debe hacerse) se junta en esta propuesta educativa. Es una escuela de robótica que funcionará en formato de franquicia para llevar el gusto por la tecnología a todos lados.

Poco después de que la pandemia se declaró oficial, empezó a tener mucho sentido enseñar en línea. Junto con mis socios de RobotistasMX comenzamos un proyecto que podría definirse como "el metaverso para que niñas y niños aprendan desarrollo de tecnología". Un proyecto web que mezcla assets 3D y educación y que además es totalmente remoto. Me ha permitido aprender mucho sobre el manejo de equipos online y educación digital.

Junto con mis socios comencé RobotistasMX, una academia en donde se enseñaban temas de tecnología a personas de todas las edades. Pese al poco tiempo que duró (tuvimos que cerrar por COVID) se obtuvieron grandes logros, convirtiéndose en poco tiempo en un referente de robótica educativa en México.

Robótica Golem es un emprendimiento en el que diseñamos, prototipamos y fabricamos un robot que no necesita de una computadora para ser programado, en su lugar se usan tarjetas de colores con las que se le dan las instrucciones. Con ese proyecto ganamos concursos locales y nacionales de innovación, diseño de producto, emprendimiento e incluso obtuvimos capital semilla e incubación para la empresa.

Trabajé durante un breve tiempo en una empresa de publicidad, en el área de desarrollo tecnológico con hardware (inventos), en donde tenía la tarea de utilizar tecnologías innovadoras para crear objetos que ayudaran a empresas como Nike, Dominos y Coca Cola a posicionar nuevos productos en el mercado. Seguí en contacto con ellos y tuve oportunidad de volver a colaborar creando una "máquina expendedora" de chocolates Oreo para una campaña de publicidad para la marca.

Estuve en Guadalajara trabajando en alianza con Gobierno del Estado y CINVESTAV (el centro de investigación del IPN), para llevar robótica educativa a decenas de secundarias públicas de la Zona Metropolitana de Guadalajara en un esfuerzo que permitió que cientos de alumnos tomarán un curso de robótica por primera vez en su vida.

Intelirobot fue una escuela de robótica que fundó uno de mis maestros de la universidad y en donde comencé a laborar como maestro. En 2014 compré el negocio y en 3 años se colocó como una de las mejores escuelas de robótica del país llevando representantes a concursos como Robocup 2015 (Hefei, China) y el Latin American Robotics Competition (Recife, Brasil)

Un poco después de que ganara mi primer concurso de robótica, la universidad en la que estudiaba me invitó a dar clases en el nivel de preparatoria, la propuesta era que con ello pagara mi beca, sin embargo no acepté esas condiciones, daría clases únicamente si me contrataban como maestro (pensé que no lo harían... sí lo hicieron) y así comencé con mi carrera como docente.

Fui el primer maestro del "Taller de robótica", comencé el primer club de robótica de la institución y también impartía matemáticas (álgebra y cálculo).